La saga que rodea al Gorjeo Y Elon Musk Sin embargo, no es del todo reciente: a finales de julio, otro controversia que dejó al mundo digital en estado de ebullición. Elon Musk, conocido por sus andanzas en empresas innovadoras como Tesla, SpaceX o Neuralink, centró su atención en una de las redes sociales más famosas del mundo, Twitter, a finales de 2021.
En octubre de 2022, tras meses de negociaciones, especulaciones y amenazas de acciones legales, Musk finalmente adquirió Twitter. La finalización de esta transacción de mil millones de dólares marcó el comienzo de una nueva era para la empresa. En apenas unos meses, el empresario anunció una serie de cambios polémicos en la red social, como la compra de los verificados con Twitter Blue o el despido de la mitad del equipo de la compañía, lo que provocó que grandes anunciantes abandonaran la plataforma .
Sin embargo, el mayor cambio aún estaba por llegar: a finales de julio se anunció que la marca Twitter lo haría desaparecer completamente, dando paso a X. La visión de Musk para la red social es transformar X en un superaplicación multifuncional, similar a WeChat - Red social china, cuyas funciones van mucho más allá de la mensajería o el intercambio de contenidos.
Aunque fue un cambio repentino, la primera señal de esta transformación se dio en marzo, cuando se anunció que la empresa Twitter pasaría a llamarse X Corp., aunque se mantiene el nombre de la red social. Situaciones como esta no son infrecuentes: en los últimos años, Google cambió su nombre a Alphabet, mientras que Facebook pasó a llamarse Meta.
En unos días, el famoso logo de la pajarito azul desaparecido, el nombre Gorjeo convertirse parte de la memoria y X ya estaba en el aire. Como era de esperar, este cambio generó una serie de controversias y las reacciones de los usuarios fueron encontradas: si bien algunos estimado el cambio y visión del emprendedor, otros criticado la pérdida total de la esencia de la red social y la desaparición de una marca muy conocida: es importante señalar que, en apenas unos meses bajo la dirección de Musk, Twitter perdió ⅔ de su valor de mercado.
Este cambio de nombre, como se ha mencionado, no está exento de polémica. Para empezar, parece que no se tuvieron en cuenta todas las cuestiones relacionadas con la propiedad intelectual y las marcas. Además, la metamorfosis en una superaplicación plantea preocupaciones legales y éticas relacionadas con la privacidad de los datos del usuario. Por último, la integración de varias funcionalidades en una única plataforma también puede generar preocupaciones sobre la diversidad y la competencia en el panorama digital.
Para hacer aún más confusa toda esta situación, luego de este cambio, la red social comenzó a monetizar las publicaciones de los suscriptores del X prima (antes Twitter Blue), es decir, comenzó a pagar a los usuarios por sus publicaciones en la red social. Esto, a pesar de que por un lado parecía positivo, hizo que miles de usuarios empezaran a publicar contenido sensacionalista o incluso FALSO, con el objetivo de obtener ganancias a través de la plataforma, ya que también se redujo la supervisión sobre la gestión de Musk.
La visión audaz de Musk de convertir X en una superaplicación puede ser admirable, sin embargo, parece no haber sido muy bien planificada. El cambio de nombre se produjo simplemente porque al empresario le gusta la letra/nombre de la red social. Solo tenemos que observar para ver el éxito (o el fracaso) de X.
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