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En este Día de una Internet más segura (02/07), abordamos un tema que, cada vez más, amenaza nuestra seguridad en línea. El panorama de la ciberdelincuencia es un terreno fértil para actividades delictivas que tienen como objetivo o explotan la fragilidad de los ordenadores, las redes o los dispositivos conectados. Si bien no todos los ciberdelitos tienen una motivación financiera, la mayoría los llevan a cabo ciberdelincuentes o hackers que buscan ganancias. Sin embargo, en algunos casos, el ciberdelito puede tener motivaciones personales o políticas, lo que lleva a daños deliberados a los sistemas informáticos.

Un delito cibernético puede ser cometido por personas u organizaciones, con distintos niveles de sofisticación técnica. Algunos son expertos altamente capacitados y organizados, mientras que otros son nuevos en el arte de la piratería.

Los tipos de delitos cibernéticos son diversos:

  • Fraude por correo electrónico e Internet;
  • Robo de identidad, con el posterior uso de información personal;
  • Pérdida de datos financieros o de tarjetas de pago;
  • Comercialización de datos corporativos robados;
  • Extorsión virtual, exigiendo pagos para evitar amenazas;
  • Ataques de ransomware, una forma de extorsión digital;
  • Cryptojacking, en el que los piratas informáticos explotan los recursos informáticos para extraer criptomonedas;
  • Ciberespionaje, que implica acceso no autorizado a datos gubernamentales o comerciales;
  • Intrusión en sistemas con la intención de comprometer redes;
  • Infracción de derechos de autor;
  • Juegos de azar ilegales;
  • Comercio en línea de artículos ilegales.

Estos delitos cibernéticos se pueden clasificar en dos categorías principales:

  1. Actividad delictiva que afecta directamente a los sistemas informáticos, utilizando virus y otro tipo de malware.
  2. Actividad delictiva que utiliza los ordenadores como herramienta para perpetrar otro tipo de delitos.

Los ciberdelincuentes suelen combinar ambos enfoques: inicialmente infectan los sistemas con malware y luego los utilizan como plataformas para propagar más caos. Además, en algunas jurisdicciones se reconoce una tercera categoría, en la que una computadora se utiliza como cómplice del delito, por ejemplo, para almacenar datos obtenidos ilegalmente.

Ejemplos notorios de delitos cibernéticos ilustran la diversidad y complejidad de estos ataques:

  • Ataques de malware, como el infame WannaCry, que paralizó más de 230.000 computadoras en 150 países en 2017, exigiendo un rescate en Bitcoin para desbloquear los sistemas afectados.
  • Campañas de phishing, como la estafa durante el Mundial de 2018, que engañó a los aficionados para que revelaran datos personales a través de correos electrónicos fraudulentos ofreciendo supuestos viajes gratis.
  • Ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), como el dirigido al sitio web de la lotería nacional del Reino Unido en 2017, que interrumpió el acceso y se sospechaba que chantajeaba a la lotería.


El impacto del ciberdelito es significativo, con un aumento del 31 % en los ataques a la seguridad de 2020 a 2021, que afectan a empresas e individuos. Las pérdidas financieras y los daños a la reputación pueden ser devastadores, lo que pone de relieve la urgente necesidad de medidas preventivas y de respuesta eficaces.

Dada su frecuencia, quizás te preguntes: ¿cómo combatir el cibercrimen? A continuación se ofrecen algunos consejos prácticos para proteger su computadora y sus datos personales contra el cibercrimen:

  1. Mantenga su software y sistema operativo actualizados: asegúrese de mantener su software y sistema operativo actualizados para beneficiarse de las últimas correcciones de seguridad y proteger su sistema.
  2. Utilice software antivirus y manténgalo actualizado: un software antivirus confiable puede ayudar a detectar y eliminar amenazas antes de que se conviertan en problemas. Mantenga su antivirus actualizado para garantizar la máxima protección.
  3. Utilice contraseñas seguras: evite las contraseñas fáciles de adivinar y considere utilizar un administrador de contraseñas para crear y almacenar contraseñas seguras.
  4. Tenga cuidado con los archivos adjuntos de correo electrónico no deseado: nunca abra archivos adjuntos de correo electrónico de remitentes desconocidos, ya que pueden contener malware.
  5. Evite hacer clic en enlaces en correos electrónicos sospechosos o en sitios web desconocidos: los enlaces en correos electrónicos no deseados o sitios web no confiables pueden provocar ciberataques. Evite hacer clic en ellos.
  6. No divulgue información personal sin estar seguro de su seguridad: nunca proporcione información personal por teléfono o correo electrónico a menos que esté seguro de la seguridad de la fuente.
  7. Confirmar solicitudes sospechosas directamente con la empresa: si recibe solicitudes de información personal por teléfono, cuelgue y comuníquese con la empresa directamente para confirmar la solicitud.
  8. Compruebe las URL de los sitios web: asegúrese de que los sitios web que visita tengan URL legítimas y evite hacer clic en enlaces sospechosos.
  9. Supervise sus transacciones bancarias: esté atento a cualquier actividad sospechosa en sus extractos bancarios y comuníquese con su banco si identifica transacciones no autorizadas.


Seguir estas prácticas puede ayudar a proteger sus datos y su computadora de las amenazas cibernéticas.

Si has sido víctima de este tipo de delito, puedes denunciarlo mediante un formulario en la web de la Policía Judicial o denunciar el delito directamente en la web del Ministerio Público .

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