Los reacondicionados forman cada vez más parte de nuestro día a día. Ahorrar y reutilizar nunca fue tan fácil, en un mercado que sigue creciendo a ritmo acelerado. En los últimos años, el sector de productos reacondicionados se ha ido expandiendo tanto en Portugal como en el resto del mundo, impulsado por la demanda de alternativas más económicas y sostenibles, así como por la necesidad urgente de reducir el desperdicio electrónico. Este crecimiento ha cambiado profundamente la forma en que los consumidores ven la tecnología.

Hoy, la tecnología es esencial para la vida moderna: un ordenador para trabajar, una tableta para estudiar o un móvil para comunicarse son herramientas indispensables. Al optar por equipos reacondicionados, los consumidores hacen elecciones inteligentes que combinan calidad, precio accesible y responsabilidad ambiental.

En este artículo analizamos la evolución del mercado de reacondicionados, buscando comprender su impacto económico y su contribución a un consumo más responsable.

Portugal sigue la tendencia global

A finales de 2024, la empresa de smartphones reacondicionados Refurbed divulgó una encuesta donde el 66% de los consumidores portugueses afirmaban considerar la sostenibilidad un factor decisivo en sus compras. Estos datos muestran un cambio real en el comportamiento de los compradores, que pasan a ver los dispositivos reacondicionados como una forma de ahorrar dinero y proteger el medio ambiente.

Según la misma empresa, existen cerca de 16,2 millones de smartphones guardados en los cajones de los portugueses, de los cuales entre 3,8 y 5,1 millones podrían ser reacondicionados y reintegrados en el mercado. Estos números demuestran que muchos consumidores se están alejando de la compra de los modelos más recientes y optan por equipos de generaciones anteriores: más baratos, con funcionalidades modernas y significativamente más sostenibles.

Además, el aumento del número de tiendas y plataformas especializadas en productos reacondicionados contribuyó a reforzar la confianza del consumidor y expandir el mercado nacional.

A nivel mundial, los datos son claros

Globalmente, la tendencia es idéntica. Según datos de Gartner, en el primer trimestre de 2021 se registró una caída del 20,2% en las ventas de nuevos smartphones, mientras que las ventas de equipos reacondicionados crecieron 24% en el mismo período.

Un estudio de IDC estima que el mercado global de reacondicionados alcanzará los 100 mil millones de euros para 2027, consolidando su peso creciente en el sector tecnológico y reforzando su importancia en la economía circular.

Además de los smartphones, otros segmentos también están en fuerte expansión: ordenadores portátiles, tablets, smartwatches e incluso pequeños electrodomésticos, creando una oferta más diversificada y accesible para los consumidores.

¿Qué está impulsando este crecimiento?

El crecimiento de este mercado está ligado a varios factores:

  • Precios más accesibles frente a los productos nuevos

  • Reducción de los residuos electrónicos, uno de los mayores desafíos ambientales actuales

  • Conciencia creciente sobre consumo sostenible

  • Procesos de reacondicionamiento cada vez más avanzados, que aseguran calidad, pruebas rigurosas y garantía

  • Mejor oferta y más transparencia, con certificaciones y clasificaciones estéticas claras

  • Empresas y escuelas adhiriéndose con fuerza, impulsando compras en volumen

Esta combinación resulta en un cambio de mentalidad: consumidores más informados, exigentes y preocupados por el impacto ambiental de sus elecciones.

 

Una solución inteligente, sostenible y responsable

Apostar por dispositivos reacondicionados deja de ser solo una alternativa económica: se convierte en una elección racional y consciente. Si la tendencia se mantiene, el mercado de reacondicionados podría convertirse en una de las principales fuerzas de transformación del consumo tecnológico, en Portugal y en el mundo.

En un futuro donde la sostenibilidad será cada vez más central, los reacondicionados tienen todo para ocupar un lugar destacado en la vida de los consumidores.

 

Imagen: Karola G/Reproducción