Encontrar el enfoque en un mundo lleno de distracciones
La Tierra ha estado girando a una velocidad casi constante durante varios miles de millones de años. Pese a ello, el concepto de Tiempo (años, meses, horas y minutos) fue creado por la especie humana entre el 5.000 y el 2.000 a.C. Desde entonces, la sociedad ha ido acelerando su modo de vida. La consecuencia más directa de esta aceleración es la evolución tecnológica, con un aumento exponencial muy acusado tras la revolución industrial.
Hoy en día, es difícil mantenerse concentrado en el mundo acelerado en el que vivimos. Cada día nos ocupamos de las noticias globales actualizadas al segundo, estamos informados de todo lo que pasa de forma inmediata, las redes sociales bombardean a los usuarios con contenidos infinitos y comunicamos a cualquier parte de el mundo del mundo a una velocidad nunca antes vista. Todo pasa muy rápido y no hay paciencia para esperar. Con todas las ventajas que nos trae esta evolución tecnológica, queda un reto por resolver: ¿cómo concentrarse en un mundo lleno de distracciones?
Si no tienes una buena estrategia de concentración, es difícil mantener los niveles de productividad. Es muy tentador interrumpir el trabajo para actualizar tu correo electrónico, consultar tus grupos de Whatsapp, abrir Twitter e Instagram o ir a tomar un café y llegar al final del día sin haber hecho mucho.
Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantenerte concentrado en el trabajo y evitar quedar absorbido por las distracciones.
1 - Anota las citas
Puede parecer un paso simple, pero es el comienzo del proceso de concentración. Al anotar las tareas que tienes que hacer en un día o semana, estás logrando un compromiso y te sentirás más obligado a cumplir con la lista. Por pequeño o insignificante que sea, escribe. Si ni siquiera te molestas en completar tu agenda, lo más probable es que termines postergando las cosas.
2 - Establece objetivos realistas
Al escribir tus objetivos, intenta que sean lo más realistas posible. No se trata de fijar objetivos fáciles pero alcanzables. El hecho de no poder completar las tareas estipuladas puede generar frustración acumulada y reducir tu productividad. Una buena estabilidad mental es esencial para mantener la concentración.
3 - Descansos
Trabajar durante horas seguidas puede volverse improductivo. Saber cuándo parar y durante cuánto tiempo es extremadamente importante para una buena rutina de trabajo.
Existen diferentes métodos para tomar descansos laborales y cada persona debe elegir el que mejor le funcione.
Un ejemplo de una de estas estrategias es la técnica Pomodoro. El objetivo es mantener la concentración, sin interrupciones, durante 25 minutos y tomar un descanso de 5 minutos. Después de 4 ciclos, tómate un descanso más largo de 30 minutos. Notarás que durante los periodos de trabajo tienes grandes picos de concentración.
4 - Tiempo para todo
Por último, intenta sacar tiempo para todo lo que te gusta y necesitas hacer. Si empiezas el día con ansiedad, sabiendo que no tienes tiempo, probablemente intentarás realizar varias tareas al mismo tiempo: multitarea. Este fenómeno divide tu atención entre las diferentes cosas que estás haciendo, lo cual es contraproducente. Dormir bien por la noche es esencial para tener un día productivo y gratificante.
En medio de tu rutina, busca tiempo de ocio para dedicarte a lo que te gusta: ¡ver una película, hacer deporte o leer! Es fundamental reservar unas horas para estas actividades. Cuando sientas que hay un momento del día para cada cosa, será más fácil concentrarte en cada una de ellas individualmente, ¡sin intentar apresurarte en los compromisos!
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