El agua: un bien escaso y mal gestionado
El 22 de marzo de 1992, las Naciones Unidas establecieron el Día Mundial del Agua, fecha que recuerda el esfuerzo de varias entidades internacionales para crear conciencia sobre este recurso esencial para el planeta Tierra y para la supervivencia humana.
Uno de los principales desafíos relacionados con el agua en el mundo es la desigualdad en el acceso a este recurso vital: según datos del Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de las Naciones Unidas , alrededor de 2.200 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable segura (alrededor del 25 % de la población mundial) y más de 4 2000 millones (más del 50% de la población mundial) viven sin acceso a servicios básicos de saneamiento.
La falta de acceso a agua limpia tiene consecuencias dramáticas en todo el mundo, con alrededor de 2 millones de muertes atribuidas a este problema por año, especialmente entre niños menores de 5 años. años de edad de países en desarrollo. La desigualdad en el acceso también es impactante: en países donde el agua escasea, como en el continente africano, el consumo medio individual está entre diez y quince litros de agua/día; en Nueva York, una sola persona consume alrededor de dos mil litros de agua por día.
Otro gran problema relacionado con el agua es la administración inadecuada y criminal del recurso. La contaminación, especialmente industrial y agrícola, contamina ríos, lagos y acuíferos en todo el mundo, lo que hace que varias fuentes de agua no sean aptas para el consumo humano. . Esta gestión inadecuada también afecta la producción de alimentos: la agricultura es responsable de alrededor del 70% del consumo de agua (mientras que solo el 6% se destina al consumo doméstico), pero lamentablemente, a menudo se recurre a un uso excesivo. de riego, lo que lleva a la degradación del suelo y reduce la calidad del agua.
Para enfrentar todos estos desafíos, es necesario implementar políticas y prácticas que garanticen el acceso equitativo al agua y que contribuyan a la gestión sostenible del recurso. Organizaciones como la ONU y el Banco Mundial tienen varios planes de acción para servir como guía para la implementación de políticas para la conservación y gestión de los recursos hídricos, que incluye no solo inversiones en infraestructura de agua y saneamiento, sino también educación y concientización sobre el uso responsable .